miércoles, 4 de noviembre de 2009

GESTIÓN DE LA CREATIVIDAD


En este artículo, Richard Florida y Jim Goodnight manifiestan que el activo más importante de una empresa es el capital creativo, constituido por un arsenal de pensadores creativos cuyas ideas pueden convertirse en valiosos productos y servicios y sus principales funciones abarcan la innovación, el diseño y la resolución de problemas.
La Universidad de California, Berkeley, ha llamado la atención sobre el importante papel desempeñado por los usuarios y clientes en el proceso creativo y de un nuevo modelo de "innovación abierta".

Para ilustrar lo anteriormente dicho, relatan el caso de SAS Institute. Según los autores, está considerada la mayor empresa privada de software en el mundo. Con sede en Carolina del Norte, SAS ha estado en el top 20 de Fortune 's 100 Mejores Empresas para Trabajar, la tasa de rotación de empleados oscila entre el 3% y 5%, en comparación con el promedio de la industria de casi el 20%, la tasa de renovación de la suscripción es un asombroso 98%, y en el año 2004, la empresa gozó de su 28° año consecutivo de crecimiento de los ingresos, con ingresos superando los $ 1.5 mil millones.
Consideran además, que el secreto de este éxito radica en que SAS ha aprendido a aprovechar las energías creativas de todos los interesados, incluyendo a sus clientes, desarrolladores de software, gerentes y personal de apoyo. SAS ha desarrollado un marco único para la gestión de la creatividad, que se basa en tres principios rectores:
· ayuda a los empleados a hacer su mejor trabajo al mantenerlos intelectualmente comprometidos y eliminando las distracciones.
· los gerentes toman la responsabilidad para estimular la creatividad y eliminar las distinciones arbitrarias entre los "empleados de traje (o más formales)" y "los creativos".
· cautiva a clientes como socios creativos para poder ofrecer productos de calidad superior.

Estos principios son impulsados por la premisa de que el capital creativo no es sólo una colección de ideas de los individuos, sino un producto de la interacción. Así, cuando SAS se nutre este tipo de relaciones entre los desarrolladores, vendedores y clientes, está invirtiendo en su capital creativo futuro.
Relatan la filosofía y modalidades de trabajo adoptadas en SAS, que pueden resumirse en las siguientes premisas:
-en SAS el agradecimiento más adecuado para un trabajo bien hecho es un proyecto más desafiante.
-envía a sus empleados de la industria y la tecnología a conferencias, donde pueden perfeccionar sus programas, habilidades y construir relaciones.
- mantiene un considerable presupuesto de formación para que las personas puedan mantenerse al día con tecnologías de punta.
- minimiza problemas. Bajo la idea de que en la economía creativa, el tiempo es precioso, SAS hace grandes esfuerzos para eliminar las complicaciones de los trabajadores donde quiera y siempre que puede, tanto dentro como fuera del trabajo: en el campus, hay instalaciones médicas para los empleados y dependientes y una guardería; también hay canchas de baloncesto, piscina y un gimnasio; creó redes y servicios de referencia para ayudar a los empleados elegir la institución más adecuada para sus hijos adolescentes, o encontrar el mejor ayudante de salud en el hogar de sus padres; también ofrece masajes, limpieza en seco, cortes de pelo, y arreglos de detalles de automóviles en el lugar y en con reducción de costos.
- para apoyar el proceso creativo y satisfacer las exigencias de la vida familiar, se alientan las directrices de una jornada laboral flexible, para que la gente pueda empezar cada día laboral en cualquier momento.
- la mayoría de los líderes de SAS tienen una política de puertas abiertas: las personas son libres de hablar sobre un tema o una idea lanzamiento de nuevos productos y el director general puede pasar por cualquier oficina para hacer preguntas sobre el proyecto que se está trabajando. - día tras día, SAS se reúne y actúa sobre las quejas y sugerencias que los clientes efectúan a través de su sitio Web y el teléfono. La compañía también recaba la opinión de los usuarios que una vez al año opinan acerca de las características adicionales que les gustaría. SAS da prioridad a quejas y comentarios. Problemas y sugerencias son cargados en una base de datos; cuando sea el momento de desarrollar la próxima versión de software, SAS resuelve todos los problemas técnicos registrados, e incorpora tantas sugerencias como sea posible.

Los autores nos proponen imaginar por un momento el gran potencial creativo de los millones de usuarios-profesionales altamente inteligentes provenientes de diversas disciplinas y países; considerando además que estos clientes tienen acceso al software más reciente en el mercado, y están en una posición única para pensar acerca de lo que comparativamente el producto que necesitan debe hacer, así como lo que no debe hacer. Esto lleva a que la creación de capital se genera cada vez que los empleados de SAS y los clientes interactúan.

Para concluir, resumen que la motivación intrínseca de los creadores mediante la estimulación de sus mentes y la minimización de los inconvenientes; la demolición de las barreras entre los directivos y trabajadores (asegurando que los gerentes son creativos), y la aceptación de la creatividad y talento de sus clientes en lugar de mirar sólo a su los trabajadores para las nuevas ideas aumentan el capital creativo y convierten a SAS Institute en un círculo virtuoso.

1 comentario:

  1. Sil,

    El caso de SAS se puede asociar con la perspectiva de la cognición situada (Lave y Wenger, 1991) que concibe el conocimiento como distribuido entre las personas y sus ambientes; de manera que el aprendizaje enfatiza en procesos relacionales.

    A mi criterio, el aprendizaje enfocado en procesos relacionales, concebido como la participación en una comunidad de práctica, es la base de la interacción que da lugar al capital creativo.

    En este sentido, las organizaciones pueden considerar como punto de inicio reconocer las redes informarles, orientarlas para constituir 'networkings' operacionales, personales y estratégicas (Ibarra y Hunter, 2007) que a su vez contribuyan a la consolidación de comunidades de práctica que creen e innoven.

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